El
primer detector de humo se basó en un indicador eléctrico de calor y una
alarma, El aparato indicaba cualquier cambio de temperatura en el lugar en
donde estaba colocado. Funcionaba mediante un circuito eléctrico que se cerraba
si la temperatura superaba un límite, haciendo sonar una alarma. Básicamente es
el principio de funcionamiento de los termostatos. Mediante mejoras sucesivas
del diseño se llegó a los actuales detectores de humo.
Son
muy útiles dado que uno no percibe cuando se genera el fuego, poco humo y poca
emisión de calor, es conveniente instalar un detector de humo, ya que estos
pueden ayudarnos a evitar el incendio.